Como inútil despojo
llevada por el viento
se detuvo a mis pies
y la cogí del suelo,
pobrecilla hoja seca
sin frescor, solo nervios.
Amiga de la luz
y del pájaro en vuelo
hecha de transparencia
efímera en el tiempo.
Con ella me hice un cuadro,
la pegué sobre el lienzo
dos brochazos, no más,
y sobre ella estos versos.
Tal vez pensando en mi,
tal vez, con el deseo
de que cuando yo caiga
falto de vigor, viejo
una mano amistosa
me levante con tiento
como yo aquella hoja
llevada por el viento.
Fotografía del autor del blog