lunes, 21 de junio de 2021

PREPARANDO EL BALANCE...

Eyyyy.....no te preocupes, no cierro nada, no acabo nada y menos aún es el principio de la despedida de este perro mundo cual película de Paulo Cavara y otros, la célebre Mondo Cane.

Es otro de mis pensamientos trasladados al anodino papel de la pantalla del ordenador. Ya me gustaría hacerlo en el inimitable papel para poder disfrutar de su textura, olor y color, además, si cabe, de lo que intento explicarte.

Manos a la obra que ya sabes que puedo irme por las ramas dejando atrás lo importante, el bosque.

El que esto escribe, puede que mediatizado por tantos años intentando cuadrar balances de quienes, otras tantas no pocas veces, se empeñaban en meter gazapos  para que la mona pareciera vestida de la seda que permitiera unos duros de más para salvar lo insalvable, decía que el que esto escribe, cada día que acaba, cuando solo le quedan por vivir despierto unos cuantos minutos antes de caer en el sopor que borra una y mil veces mis páginas vividas, entonces es cuando cuadro mi exclusivo balance diario. 

Y, no hay números, no hay ratios de solvencia, de endeudamiento, ebitdas  (para ti que sabes inglés, earnings before interest, taxes, depreciation, and amortization) ni nada que otros que se dan de listos hayan inventado para disimular la realidad y su posible, y más que probable, ineptitud. Si, esos que se dedican a vestir a monas feas como ellas solas.

Pero, si, hay alguna partida que otra vital porque mi balance recoge mi vida en venticuatro horas. Y al cierre, en ese momento en que solo soy yo y mi conciencia, recuerdo momentos felices que equivaldrían a los ingresos que refuerzan y apalancan mi cuenta de resultados. ¡Ay la cuenta de resultados...!

Recuerdo y anoto sensaciones de acierto, ya sabes, esas son las ventas del activo... del activo circulante, ese  que día a día tengo que vivir, el que da sentido a mi vida, a mi balance

...o de haber fallado. Mi parte oscura... Pasivo puro exigible a corto, medio y larguísimo plazo, o sea, siempre.

Y es que ese doloroso pasivo que me acompaña cual inseparable mochila, lleva anotado todo aquello que debí hacer y no hice. O todo lo que que nunca debí haber hecho... ¿Te parece poco?  No amig@, no, porque esa partida engloba y suma todo aquello que causó dolor, de una manera u otra a otros por mi actitud de acción u omisión.

Disculpa, dirás que mezclo churras con merinas y tienes razón pero permite que te diga, no que desautorice tu opinión que vale más que la mía, que en lo que si estaremos de acuerdo es que unas o las otras siguen siendo ovejas.

Pero si hay algo que me estimula y permite mantener el oxígeno necesario para alimentar mi vivir es revisar todos aquellos momentos en los que haya logrado relacionarme con mis amig@s y por extensión con mis semejantes. La relación privada y social que logra hacerme sentir integrado con el resto de personas, todas ellas, de una manera u otra necesarias para mi desarrollo personal y goce del mero hecho de vivir. Vaya, la sabia que mantiene mi ser como persona dentro de un conjunto. O sea, el pan y la sal necesaria para seguir adelante sintiéndome un granito más de esa cadena necesaria que conforma lo que llamamos sociedad. 

Seguro que a estas alturas de lo que has leído ya te has preguntado más de una vez a qué viene todo esto y por qué te lo cuento. Es muy sencillo. Sigue leyendo si no estás demasiado cansado.

Hace unos días tuve que acompañar a un familiar a una clínica. Mientras esperaba mis ojos toparon con un letrero que a primera vista me pareció normal para los tiempo que nos está tocando vivir. Allí quedó y yo seguí esperando. 

Saliendo de la clínica lo volví a ver muchas más veces. Pareciera que quisieran convencerme de lo que definitivamente mi interior y mi conciencia repudiaban pero atento que estaba en la compañía del familiar, la imagen poco a poco despareció del sensor de mi memoria. 

Hasta que...hasta que pasada la hora que nunca existió y revisando el balance del día en esos minutos a que antes me refería, me sentí dolido, herido y destrozado. Alguien, premeditadamente, o no,  había abierto la caja de Pandora que atacaba la raíz de mis apetencias, necesidades, ilusiones y esperanzas como persona. 


Potenciem el distanciament social...


Y, si, es cierto, pone, está escrito así tal y como suena...

Touché, me han herido en el mismísimo centro de mi diana interna, en lo más íntimo de mi corazón. Si me distancian de mis semejantes habrán logrado destrozar para siempre mi BALANCE.

O sea, mi vida...

No cabe duda de que Eric Blair, más conocido como George Orwell, tenía mucha razón.

Que dios nos coja confesados aunque, si lo piensas bien, ya lo estamos bastante por no decir demasiado.

Cordiales saludos y salud desde esta caliginosa tarde en que empezamos el verano.

lobato


La foto de lo que hablo.









foto del autor del blog







10 comentarios:

  1. Ha sido duro. Mucho. Pero tambien ha servido para recapacitar sobre nuestras necesidades.
    Las videoconferencias no han suplido los abrazos (por suerte no estamos suficientemente colonizados por las nuevas tecnologías).
    Reencontrarse con amigos que hacía taaaaanto que nos veíamos nos ha llenado física y sentimentalmente, como nunca.
    Por cierto: cuando? 😜

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Carne.
      Tienes razón, Iva a decir como siempre pero me “arrugo” y no te doy esa ventaja porque si ya me ganas sin ella, imagínate cómo quedaría.
      Siempre llevo dentro de mi y como ejemplo para imitar, una familia, la tuya, que cuando iniciaba mis duros avatares en esa loca pero preciosa ciudad, Barcelona, no tenia ni dónde llorar mis penas, sin conocerme me abrió de par en par las puerta de su casa y de sus corazones. Y sigue la vida sorprendiéndome cuando en más de una ocasión vuelvo a encontrarme con aquella encantadora joven que ya desde entonces me ofreció su amistad que vive y pervive porque hemos, más tú, sabido alimentarla sin condición alguna.
      Esa pregunta final te la respondes tu misma; Cuando quieras.
      Petons, wapa.

      lobato

      Eliminar
  2. Hola Lobato!
    La verdad es que, al menos a mí, nunca se me había pasado por la cabeza que nos pudiéramos encontrar con unas circunstancias como estas.
    Yo estoy convencido de que cuando este virus ya pierda el poder de afectar nuestra salud como lo ha estado haciendo, volveremos más o menos a "vivir la vida" como veníamos haciendo hasta hoy. Por poner un ejemplo: viajando!!
    Ahora bien, lo que sí es verdad es que nos hemos dado cuenta de lo importante que eran personas y cosas en nuestra vida. Y espero que eso sí haya venido para quedarse en nuestra mente y en nuestro corazón y lo valoremos debidamente!!
    Hasta pronto!
    Un abrazo,
    Roger

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Roger.
      El tiempo siempre es una buena escusa para salvar a uno de más de un marrón pero en este caso, el tiempo ha marcado y manipulado mi “tiempo” por eso no he tenido ánimos para agradecer tu comentario. Sé que lo entenderás. Gracias, muchas gracias y hasta cualquier otro momento.
      Luis

      Eliminar
  3. Sí, no sólo ahí, por todos los lados. Solo tienes , perdón, tenemos que escucharlos a ellos, a los ""listos y sabiondos, manipuladores" y..para qué buscar calificativos. Lo importante somos nosotros y los cercanos, los que nos hacen más personas, más humanos. Gracias por compartir tus vivencias. Un abrazo LOBATO

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Oye, don Narci…¿cuándo te hacen alcalde de Valladolid?
      Te lo pregunto para recordarte de que me has de llevar de secretario…
      Sabes una cosa, no puedo olvidar al íntimo amigo Fray Julián ¿anda, dime tú qué sabes teología ¿por qué se van los buenos? No será que cuadran rápidamente sus “balances” y ya no tienen nada más que hacer aquí abajo?
      Porque tú dices que hay algo allá arriba. No sé, no sé, cuando miro solo veo cielo azul y nubes blancas, grises y de colorines precediendo al arco iris.
      Abrazos de Lobato UUUUUUuuuuuUUUUuuuu…..

      Eliminar
    2. De Cargos políticos nada.
      Siempre decimos que se van los buenos pero no, se van los que están deseando llegar a la casa de nuestro**Padre- Madre** . Tú, LOBAZO, vales más que todos los secretarios junto
      Un abrazo.

      Eliminar
  4. Me alegro siempre de disfrutar de la belleza de tú pluma....soy Candela.....te acuerdas de esta andaluza?Yo si me acuerdo de ti y después de este duro año aquí estamos....esperando ver la luz después del túnel....ohhhh he visto tanto sufrimiento este año....tantos llantos...depresiones....mi corazón se encojen de impotencia....me alegraría saber que estás bien...un fuerte abrazo querido Molenyo

    ResponderEliminar
  5. Hola Candela, qué alegria encontrarte por aquí..!

    Ya sabes Candela que siempre que hay un túnel tarde o temprano aparece la luz. Y esa luz nueva que aparece ante tus ojos es más brillante y bonita que la que dejaste atrás al comenzar tu andadura por ese que llamamos túnel.
    Feliz vida Candela, sigue por aquí, este rinconcito siempre será un reducto de paz.
    Besos, Candela.
    Luis

    ResponderEliminar
  6. Gracias por tu balance. Se nota que has trabajado en la banca... El futuro ""franciscano"", metido a banquero, ¡Ojo!, no has sido el último pero, tu sabes más de balances. Por eso, gracias, también mi cuenta de resultados al final de es año 2021..., es variopinto. Ya es hora de pensar que soy : ""caduco y eterno al mismo tiempo. El "hermano asno" se va cansando cada día más y el anima quiere volar.
    Claro está que, no podemos hacer chapuzas con el balance, Que las cuentas del curso que empezamos tenga un haber positivo. Feliz 22. un abrazo hermano LOBO del ya próximo ""78"" , como corre el tiempo. Narciso B.

    ResponderEliminar

Gracias por el comentario. Pásate de nuevo por aquí cuando lo desees, siempre serás bienvenido. No olvides dejar tu nombre o pseudónimo, el hacerlo no afecta en nada a tu seguridad en la red.